En el corazón de Caravaca de la Cruz, un lugar lleno de historia y tradición, se llevó a cabo un programa muy especial. Se trata de «The Break», un proyecto que reúne a más de 760 mujeres emprendedoras de diversas nacionalidades y les brinda la oportunidad de tomar un respiro y, al mismo tiempo, avanzar en sus ideas de negocio. Este programa es promovido por la Escuela de Organización Industrial (EOI) y desarrollado por The Break Alliance, que incluye a Impact Hub Madrid, MentorDay y Startups.st.
En otoño, estas mujeres estuvieron en 27 localidades diferentes de España, desde San Sebastián hasta Almería, pasando por Caravaca. En nuestra querida Caravaca, han aterrizado 16 mujeres procedentes de 13 nacionalidades distintas. Ha sido una experiencia intensa en la que hemos fortalecido no solo nuestro desarrollo profesional, sino también un profundo conocimiento personal gracias a la diversidad de capacidades que aporta cada miembro del grupo.
La riqueza de culturas y experiencias que convergen aquí es una oportunidad única para aprender qué significa ser mujer y emprendedora en un mundo tan diverso como el nuestro. Durante los 24 días que hemos pasado en Caravaca, también hemos tenido la oportunidad de conocer y conectarnos con su gente, explorar sus calles, probar los sabores de los bares locales y sumergirnos en su gastronomía. Además, hemos tenido una pequeña visión de lo que significan la Cruz y las fiestas de Mayo para la comunidad. La riqueza de Caravaca y sus tradiciones lo convierten en un lugar privilegiado para acoger una experiencia tan enriquecedora como esta.
En el mes de octubre, también hemos descubierto Caravaca como un lugar de innovación, regeneración y emprendimiento al visitar negocios locales como Marín Gimenez, La Junquera o Invisa. Conocer a las personas detrás de estos negocios nos inspira y nos llena de valentía.
Además, gracias a este programa, hemos asumido un reto local concreto: Nuestro grupo ha decidido conocer algunas de las artesanas, a través de entrevistas a mujeres que se dedican a técnicas tradicionales o creativas como el bordado, la forja, el encaje de bolillos, la creación de tocados o la restauración de muebles.
Conocer a los talleres, pero sobre todo a las mujeres que los lideran, nos ha servido para contemplar la fuerza y la paciencia que requiere sacar adelante un negocio y la necesidad de valorar cada pieza única, creada con tanto cariño y dedicación. Hemos hablado de retos de conciliación para estas mujeres y también de la necesidad de seguir promoviendo programas que ayudan a pasar estos legados a las futuras generaciones. Gracias a las historias de mujeres como Antonia, Agustina y Trinidad de la Cedemon o Inés de Montesinos Vilar, hemos aprendido que cuando algo nace del alma, no hay marcha atrás.
Dejamos aquí el documental y el catálogo de la exposición que ha realizado nuestro grupo para poner en valor todo el trabajo artesanal que se realiza en esta zona.
Queremos agradecer al Ayuntamiento de Caravaca y a sus trabajadores en el Centro Joven, por brindarnos un lugar cómodo y accesible para trabajar. Han abierto sus puertas para que conozcamos los recursos locales y participemos en actividades culturales. Su apoyo en la organización y logística de esta experiencia ha sido invaluable.
En nombre de nuestro grupo, agradecemos a Caravaca, su ayuntamiento y especialmente a sus trabajadores y su gente por abrirnos sus puertas y hacer de esta experiencia única. Estamos convencidos de que estas mujeres llevan una parte de Caravaca a sus casas, y que experiencias como esta sirven para promover encuentros interculturales y un crecimiento personal y profesional que dejan huella.